miércoles, 4 de abril de 2012

Parajes idílicos - Prado verde

     El canto de los pájaros acaricia mis oídos mientras los escucho plácidamente, y la brisa fresca de la mañana pasa rauda por entre la hierba. El sol resplandece con fuerza en lo alto del cielo azul, calentándolo todo y dando una sensación veraniega muy agradable. Los gorriones y las golondrinas corretean por el suelo, buscando algo de comida o quizás una agradable sombra bajo la que poder reposar. El sonido del riachuelo lejano salpicando las rocas cercanas me adormece paulatinamente. Al fondo puedo observar una pequeña arboleda, proyectando una sombra en la que las ardillas y otros animales corretean y retozan sin preocupaciones, libres y felices. Paso las manos rozando la hierba, por entre mis dedos cojo una brizna y observo el verde intenso mientras mis párpados caen muy lentamente. con los ojos cerrados, mis oídos se agudizan y logro apreciar la belleza real de este lugar. El sonido de la pequeña cascada del riachuelo, el zumbido de los pequeños insectos, el sonido, a lo lejos, de un numeroso rebaño de ovejas con sus cencerros... Me sumo en un profundo sueño del que no quiero escapar nunca más.

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