sábado, 21 de junio de 2014

10 microcuentos

El sol se fue tras las montañas. ¿Qué habrá allí, que siempre quiere volver?

_________________________________________________________________________________

Eras mi mejor amigo, hasta que te conocí. Siempre podemos quedar como conocidos.

_________________________________________________________________________________

Hoy desperté tan temprano que pillé al sol tonteando con las estrellas.

_________________________________________________________________________________

Mi marido se fue a tomar algo con los amigos. Volverá mañana, cuando despierte.

_________________________________________________________________________________

En las mejores historias de amor, al final el protagonista muere.

_________________________________________________________________________________

He vivido una vida dura. Espero haberme ganado la muerte.

_________________________________________________________________________________

El viejo estaba esperando a la muerte. Eran viejos conocidos, de cuando ella se llevó su corazón al enviudarlo. Un préstamo es un préstamo.

_________________________________________________________________________________

Ese pájaro vuela libre. Sólo tiene que preocuparse de comer, cuidar su descendencia, evitar los depredadores, realizar correctamente el apareamiento, encontrar una bandada que lo acepte... Esa libertad, tan injustamente envidiada, yo no la quiero.

_________________________________________________________________________________

Estaba yo tan tranquilamente paseando cuando vino un niño llorando a decirme que se había perdido. Él aún no lo sabe, pero no era distinto al resto.

_________________________________________________________________________________

Vivo en un mundo perfecto, donde soy libre y no tengo preocupaciones. Lo único malo son esas pesadillas que tengo por el día. Hay quien las llama "realidad". Yo las llamo "resignación".

jueves, 19 de junio de 2014

Aires de cambio

Esa brisa de aire fresco que despeina mi flequillo, esa brisa de aire rejuvenecedor que choca contra mis párpados, esa brisa de aire limpio que refresca mi piel, esa brisa de caricias que calman mi alma, esa brisa de sensaciones que me devuelven la vida, ese soplo de naturaleza que murmura mi nombre, ese torrente de ideas de nadie que relajan mi mente. Ése, el que se va, el que ya se fue.

martes, 10 de junio de 2014

Formulario de ingreso

Nombre: Cecilio Castillo L.
Primer apellido: Castillo
Segundo apellido: L.
DNI/NIF: 95237772-J
Fecha de nacimiento (dd/mm/aaaa): 5 de octubre del 85
Lugar de nacimiento: Asturias
Domicilio: Calle de la Virgen, número 15, 5º 4ª
Municipio: Asturias

Estudios: Me saqué el graduado escolar e intenté hacer una FP de carpintería, pero me quedé a medias.

Experiencia laboral: Llevo muchos años trabajando en la construcción. Soy paleta.

Otros: De pequeño gané diversos diplomas, tanto en fútbol como en natación.

Observaciones: Si me contratan prometo hacer todo lo que me digan. No importa los horarios, solo quiero cobrar mucho dinero.

lunes, 9 de junio de 2014

Érase una vez...

Érase una vez, en una pequeña aldea situada en medio de un pequeño bosque, vivía una gentil gente. Mercaderes, pastores, agricultores... todos vivían en harmonía. Y en medio de aquel pueblecito, se alzaba sobre ellos un bonito castillo, con sus torres y sus almenas. En él habitaban un rey y su hija princesa, la cual pasaba las tardes dando de comer a los pájaros en el patio de dicho castillo. Soñaba día y noche con encontrar un príncipe del que enamorarse para poder casarse con él.

Un buen día, en esa pequeña aldea, un enorme gigante se acercó. Todos huyeron atemorizados, dejando sus quehaceres a medias y resguardándose en el castillo, el único lugar seguro de la zona. El rey convocó asamblea extraordinaria, y todo el pueblo se reunión en torno al trono para decidir qué hacer. Finalmente, y ante la tristeza de todos los presentes, se decidió que lo mejor era sacrificar una persona al día, de forma que el gigante pudiese dejarlos en paz. El sacrificado se elegiría a sorteo cada día, a lo que nadie puso pegas, pues todos querían lo mejor para sus vecinos y sus familias.

Tras unos días, la fortuna decidió que fuera la princesa la que saliera elegida. El rey pidió un segundo sorteo, pero la princesa, con gran honor y compasión, decidió sacrificarse por el bien del pueblo. Estaba lista, preparada ante el gran y malvado gigante, cuando de repente, en la lejanía, la silueta de un caballero montado sobre su corcel se vislumbraba. Éste, al ver a la princesa en apuros, desenvainó su espada y retó al gigante a un duelo. Éste aceptó, sin saber la amarga derrota que le esperaba.

Al amanecer del día siguiente, tanto el caballero desconocido como el gigante aparecieron en el descampado de los duelos, rodeado de toda la gente dle pueblo, que no querían perderse tal evento. El duelo se dio por comenzado, y el caballero agarró con fuerza su espada y arremetió contra la espinilla del giante. Éste gritó dolorido y se desplomó al suelo con un gran golpe seco. Estaba muerto.

La gente vitoreó al caballero, el cual reveló su grandiosa belleza al quitarse el yelmo. Al mirar a los ojos de la princesa, ambos se enamoraron perdidamente el uno del otro y decidieron celebrar la boda ese mismo día, ante el cuerpo sin vida del gigante que unos días antes había atemorizado al pueblo. Desde ese día, todos fueron felices y comieron perdices. FIN.

¡ALTO AHÍ! ¡Para! ¡Stop! ¡Quieto!

¿Cómo? ¿Quién es? ¿Qué sucede?

Bien. Me han llamado del Centro de Literatura Mediocre, el CLM, para informarme de tu actividad. Debes saber que lo que acabas de hacer atenta contra la ley para la escritura creativa vigente el 23 de...

¿Qué? ¿Qué está diciendo? ¿Quién es? ¿Y cómo se atreve a interrumpir mi historia? Había quedado muy bien.

¿Perdone? (¿Le puedo tutear?)

Sí, claro.

Bien. ¿Perdona? Primero, he esperado pacientemente a que acabaras la historia, para ver si el final resultaba algo mejor, pero está claro que te sobrevaloré. Después, la historia no ha quedado "bien". Ni siquiera ha quedado. De hecho, no lo llamaría ni historia. Anécdota de borracho, eso sí, sería más apropiado. ¿No has visto la pedazo de mierda que has escrito? ¿Estás ciego?

¿Cómo te atreves? Yo he creado esta historia, es mía, y yo hago lo que me da la gana con ella. ¿Te queda claro?

¡Error! Porque sea tuya no quiere decir que puedas hacer lo que quieras. Aún si fueras un filósofo, te podría colocar esto como reflexión o paradoja, pero no. Tú mismo lo has clasificado en el apartado de "historias". Y siento decirte, amigo mío...

No soy tu amigo.

... que "eso" que has escrito tú no es ni por asomo una "historia".

Es una historia porque cuenta cosas. Y punto. No es tan complicado de entender.

No, amigo mío...

Que no soy tu amigo.

... estás muy equivocado. Una historia tiene personalidad, sentimientos, profundidad, moraleja, personajes, psicología, énfasis, éxtasis, alma...

Que sí, que sí... ¿Has terminado ya?

Me ofendes, amigo mío...

No, no soy tu amigo.

... me ofendes. Para que quede claro, yo no soy aquí tu enemigo;...

Tampoco eres mi amigo.

... soy tu amigo.

No, creo que ha quedado bastante claro que no.

Sé lo que estás pensando. ¿Por qué lo he hecho tan mal? ¿Cómo puedo mejorar? No quiero ser un mediocre toda mi vida...

Yo no pienso eso.

Pero tú no tienes que pensar en eso.

No lo hago.

¿Eres un mediocre? ¿Y qué más da? No todo el mundo está hecho para ser alguien. Tú, amigo mío...

Sigo sin ser tu amigo.

... no eres tan mediocre como pueda parecer. Lo veo en tí, eres especial, eres un mediocre que puede no ser un mediocre.

La verdad es que no me considero un mediocre para nada.

¿Ves? ¡Esa es la actitud! No soy un mediocre. Soy el mejor. Arrasaré con todo el mundo y asesinaré todo aquel que me critique.

No, si yo acepto las críticas bastante bien. Y la mayoría son bastante positivas.

¡Eso es! ¡Sigue así! Piensa en grande y serás grande. Di que sí. Y estás de suerte, amigo mío,...

No quiero ser tu amigo.

... pues hoy me siento generoso. Te ayudaré. Sí, eso es, te ayudaré a escribir una gran historia. ¿No es fantástico?

No.


Tú y yo, codo con codo, ambos aportando ideas para crear la mejor historia del mundo. Tira a la papelera toda esa mierda y comencemos de nuevo. Tu imaginación y mi control de la lengua y la escritura. ¡Seremos imparables!

domingo, 1 de junio de 2014

Ihcuc, el emperador maya

Ihcuc era un famoso emperador maya, muy querido y respetado por todos. Era alto, fornido, guapo e inteligente, y las chicas se rendían a sus pies. Tal era su éxito, que mujeres célebres de todas partes llegaban ante el emperador para ser, aunque sea, su amante de una noche. No obstante, Ihcuc atendía otros intereses...

Cada mañana, bien temprano, el emperador iba a dar un paseo por la zona de los jardines imperiales. Siempre iba completamente solo, era su momento de olvidarse de su cargo, de toda la gente a la que tenía que cuidar, de todos los escoltas que le protegían... Pero su paseo no era sólo para eso. Más allá de los límites de sus dominios, algo alejada había una casita, una solitaria y agradable casita. En ella moraba un joven huérfano, bastante desgraciado el pobre. Había sido expulsado de la aldea por ir en contra de los dioses, llegando incluso a afirmar que los castigos divinos no eran más que "eclipses". Su carácter era terco, algo soez y muy antipático, y nadie lo quería, ni mucho menos las mujeres de la zona, que lo veían como alguien feo y con un cuerpo para nada atlético. Pero el emperador no opinaba igual. Ihcuc sólo veía en ese joven alguien débil, alguien a quien debería proteger, pero no como emperador, si no como una más de sus muchas esposas. Esa figura tan distinta a las demás, esa sonrisa tan difícilmente apreciable a simple vista, esa mirada con aires de superioridad... Realmente lo único que quería Ihcuc era dejarlo todo e irse a vivir a esa casa, lejos de la gente, aislados del resto del mundo, sólo ellos dos y una vida por delante.

Cada mañana volvía el emperador de su paseo, se sentaba en el trono y se ponía manos a la obra a gobernar. No podía dejar su cargo, no podía. Esas ideas de libertad no eran para él. De todas maneras, sería tan fácil simplemente un día desaparecer...  ¿Debía realmente sustituir su vida por otra totalmente distinta? No lo sabía. De hecho, sólo tenía una cosa clara; mientras ese chico siguiera en esa casita, tan a la vista desde sus paseos matutinos, no habría nada por lo que preocuparse. Ihcuc sabía que él lo estaba esperando.

10 trucos para tener a tu chica contenta

He aquí algunos de los mejores trucos para tener a vuestra chica contenta y feliz:

1. Cómprale por su cumpleaños algo que le sea útil y le guste, como una lavadora o una plancha.

2. Déjale en paz en su espacio de trabajo. No hay nada más molesto que el que ella esté en la cocina y que estés tú por ahí molestando. En serio, mejor dejarla sola, no necesita ayuda.

3. Dile cosas bonitas. A las chicas les encanta oír cumplidos, así que ya sabes; si estás pensando en pedirle algo, o la ves enfadada, suéltale un buen cumplido, ya verás como funciona.

4. No la molestes cuando esté en su período de vampirismo (chorreando sangre muy bastamente). Está científicamente demostrado que con la regla se liberan unas cuantas hormonas que alteran el raciocinio de las mujeres. Si la ves alterada por ello, déjala en paz, ya se le pasará.

5. No insistas con el sexo. Desgraciadamente, el sexo es uno de esos campos en los que las mujeres aún nos controlan. Si no quiere sexo, no quiere. Es cruel, pero qué le vamos a hacer. La extorsión es la estrategia de las especies débiles.

6. Apóyale con sus logros. El día que tu chica haga una comida especialmente buena o tenga la casa excepcionalmente impoluta, no te cortes y díselo. A nadie le gusta trabajar sin que le reconozcan los logros.

7. Dale manga ancha en cuanto a sus gastos. A las mujeres les suele gustar ir de compras, así que lo mejor es que, aunque luego te arrepientas, le des todo el dinero que pida. Luego ella sabrá compensarte (una mujer feliz trabaja mejor).

8. Guíale por el camino de la sociedad. Cuando tenga que hacer una declaración de la renta, cuando deba ir al banco, o cuando quiera sacarse el carnet de conducir. Necesitará tu ayuda, no se la niegues.

9. Apóyale en sus aficiones. Si le gusta leer, o tomar un café con las amigas, o ver la tele... Aunque te desagrade que esté todo el día en casa haciendo lo que quiere, no se lo hagas ver. Muéstrate comprensivo e interésate por sus hobbies, y ya verás lo feliz que se pone.

10. Si no te hace caso, puerta. Hay mujeres que no soportan ser dominadas por un hombre, así que si te toca una de esas (llamadas frecuentemente feminazis o feministas) no te lo pienses dos veces: no te interesa.

10 consejos para estudiar duro

Se acerca el fin del curso escolar, y siempre viene bien repasar un decálogo de lo que hay que hacer para hincar los codos al máximo, y yo, en mi máximo esplendor de generosidad, voy a acercar al alcance de todo el mundo esos consejos que tanto me han ayudado en mi vida estudiantil:

Consejo nº 1

Necesitarás los apuntes del curso; cuando los tengas, ya puedes ir a por el consejo nº 2. ¿No has tomado apuntes y/o se los ha comido el perro? Hum... Mejor pasa al consejo nº 3.

Consejo nº 2

Una vez con tus apuntes en mano, será mejor que los repases e intentes aprenderte de memoria la mayor cantidad de información que puedas. Te será útil. Probablemente. Esperemos que sí. De todas formas, mírate el consejo nº 3. Y si te ves saturado con tanta información, o sencillamente pasas de memorizar cosas que olvidarás en pocos minutos, pasa al consejo nº 5.

Consejo nº 3

Coge los libros de texto del curso y comienza a resumir como si no hubiera un mañana. Una vez que tengas todos los resúmenes del temario completo perfectamente organizados, será mejor que prosigas con el consejo nº 2. Si no te apetece leerte todo el temario en tan poco tiempo, pasa al consejo nº 5. Y si directamente no tienes libros de texto, pasa al consejo nº 4.

Consejo nº 4

Ve a la librería/biblioteca más cercana y procura conseguir la mayor cantidad de libros sobre las asignaturas que quieras estudiar. A mayor cantidad de libros, mayor probabilidad de que te enteres de lo que pone en alguno de ellos (demostrado científicamente, que no te quepa la menor duda). Una vez con tu libros bajo el brazo, tranquilamente continúa con el consejo nº 3. Y si ya te los has leído de cabo a rabo y sigues sin enterarte de nada, no te desesperes, mírate el consejo nº 9, te será de ayuda.

Consejo nº 5

Seguro que en tu clase alguien habría más inteligente que tú. Pídele amablemente sus apuntes y, una vez los tengas, pasa al consejo nº 2. Si no te sirve con eso, arrodíllate ante él y que te dé clases particulares hasta que te enteres de todo. Un vez hecho eso, ya puedes ir al consejo nº 6. Y si se niega, pues pasa al consejo nº 9.

Consejo nº 6

Una vez tengas en tu cabeza la información útilmente necesaria para aprobar, será mejor asegurarse de que te acuerdas de todo, al menos de la mayoría de cosas (con que retengas un 50% de la información te servirá). Explícale a cualquiera de tus amigos la lección de cabo a rabo, hasta que ellos sean expertos. Sólo así te asegurarás que lo has entendido todo y podrás seguir con el consejo nº 7. Si a tus amigos no les apetece escucharte, pasa al consejo nº 9, ya me lo agradecerás. Y si no tienes amigos, ve al consejo nº 8.

Consejo nº 7

Haz chuletas como si no existiera otra cosa. Para todo, hasta lo más básico. Sin riesgos, el único objetivo de todo esto es aprobar a toda costa. Y una vez ya tengas todas las chuletas, puedes ir al consejo nº 6 (hasta que tus amigos se aborrezcan de ti, vaya). Si siempre te pillan con las chuletas en la mano (en sentido metafórico, obviamente, a no ser que estés cursando una FP de cocina), olvídate de este consejo y sustitúyelo por el consejo nº 8.

Consejo nº 8

Ve al charcutero más cercano que tengas y pídele el mejor jamón que tenga, atendiendo a la regla de la pata (cuanto más negra y grande, mejor). Engánchale un pegadizo mensaje disculpándote por tu retraso y envíaselo al profesor cagando hostias. Si le llega antes del examen, aún te da tiempo de ir al consejo nº 1. Y si no... Reza. Mucho.

Consejo nº 9

Fuego. Que no quede nada. Edificios, gente, plantas... Hoy en día es fácil conseguir gasolina y mecheros, no te prives, ya sabes lo que hay que hacer.

Consejo nº 10

Deja de leer esta maldita bazofia, coge tus apuntes/libro de texto y estudia de verdad. Todos sabemos que buscar en Google "10 consejos para estudiar duro" no sirve para nada más que no sea perder el tiempo. Así que corre, estudia ya, coño.

Consejo extra

Unos mojitos antes del examen te harán sentirte más seguro de ti mismo, así que ya sabes. De todas formas, estás jodido.