domingo, 26 de febrero de 2017

Desgarrado

Me asomo por la ventana y te veo. Mantienes esa sonrisa, ese brillo en los ojos, esa despreocupación irradiante.

Y cae sobre mí una puñalada en forma de latido.

Esa felicidad que te rodea, esa gente de la que te envuelves, divide mi alma en una feroz guerra civil. Deseo fervientemente que tengas gozo en tu vida, pero más deseo aún que ese gozo sea... a mi lado.

La melancolía se cierne sobre mí, como la noche sobre el día, y ensombrece mi persona. El galante caballero de brillante armadura se imbuye de oscura desazón.

No tomes a mal mis acciones, no tomes en verdad mis palabras, no dejes que el espejo decida. Quiero alargar la mano y tenerte, mas temo romper la frágil aura que te rodea.

Mucho esfuerzo para ambos en vano, seguir por nuestros caminos, avanzar sin mirar atrás. Esa yuxtaposición contrapuesta que atenaza mis sentidos me vence.

Quiero respirar, pero no puedo. Quiero vivir, pero no puedo.

Búscame entre las enredadas cadenas de la oscuridad.

Allí, esperaré yo.

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